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Se trata de la venta de una deuda hipotecaria. Esto significa que, si decides comprarla, tú pasarías a ser el acreedor, es decir, la persona a la que se le debe el dinero, en lugar del banco u otra entidad.
Es importante tener en cuenta que no estás comprando la propiedad en sí, ni tendrás acceso a ella. Lo que adquieres es el derecho a cobrar esa deuda, con las mismas condiciones del préstamo original. Además, esta operación se realiza siempre con fondos propios.
En caso de adquirir el crédito, tienes varias opciones:
a) Llegar a un acuerdo con el deudor, ya sea renegociando la deuda o mediante una dación en pago (el deudor entrega la propiedad como forma de pago).
b) Iniciar proceso judicial*, (ejecución hipotecaria). al salir el activo a subasta publica, se pueden dar varios escenarios, recuperar la deuda total de la hipoteca o en que tú te adjudiques la vivienda.
Desde nuestra oficina, te podemos acompañar en todo el proceso, ofreciendo un servicio integral para ayudarte a tomar decisiones informadas y seguras.
Quedamos a tu disposición para cualquier consulta.